Origen: La tarta de queso o también conocido como cheesecake, tiene un origen incierto, en el que se cree que ya desde la época de los romanos se elaboraba este pastel tan energético. La receta se fue expandiendo por toda Europa con los diferentes quesos típicos de cada región. Posteriormente, la receta llegó también al continente Americano y se terminó de perfeccionar en los EEUU donde se ha convertido en uno de los postres más típicos de este país.
Ingredientes: Hay varias modalidades de pastel de queso; la diferencia principal son los pasteles de queso fríos, es decir, que no necesitan cocción y los pasteles de queso elaborados en el horno. El ingrediente básico de la receta, puede variar en función de la región, pero suelen ser quesos suaves de sabor y frescos. Nuestra receta se elabora con una base de galletas trituradas y mantequilla y un relleno de queso ricotta y un queso cremoso suave, huevos, azúcar y ralladura de limón. A menudo se recubre con una confitura, mermelada o fruta que le da un toque de frescura al pastel.
Formato: Normalmente el pastel de queso se elabora con molde redondo de 8 Proción, aunque se pueden hacer pasteles individuales con moldes redondos pequeños.
Ideales con: El pastel de queso se puede acompañar con un buen vino dulce o seco y se puede servir con un coulis dependiendo de la confitura que cubra el pastel.
